Señor, en ocasiones me cuesta comenzar el día,  porque sé que es una nueva tarea, un nuevo compromiso, un nuevo esfuerzo.

Ayúdame a comenzarlo con entusiasmo, con alegría, con ilusión nueva.

Gracias por sembrar paz, solidaridad, amor, entre mis hermanos.

Y sé, Señor, que esta tarea la comienzan cada mañana muchas personas de cualquier punto de la tierra; y eso me alienta y empuja.

Gracias por cuidar de cada uno de nosotros. ¡Buenos días, Señor!