¡Ponte las pilas! ¡El curso empieza y tú, como miembro de la comunidad educativa estás llamado a darte, ilusionarte, entregarte, esforzarte…! sí, sí… tú. ¿Por qué? La respuesta es obvia:

– Porque crees en Jesús y no te conformas con tenerlo para ti sólo.

– Porque eres entusiasta y crees que es posible un mundo mejor donde el Amor sea el centro de la vida.

– Porque es mucho el bien que puedes hacer a tu alrededor.

– Porque tus proyectos se convierten en proyectos de todos al compartirlos y promoverlos con ilusión.

– Porque el curso está lleno de oportunidades en las que puedes hacer felices a los demás.

– Porque son muchas las personas con las que te vas a cruzar en el camino que esperan de ti una sonrisa, un objetivo, un recorrido concreto a recorrer.

– Porque los demás están dispuestos a vivir contigo tu fe, promulgarla y defenderla.

– Porque el mundo necesita personas que crean en sí mismos, en los demás, y sobre todo, en Dios.

– Porque amas de verdad, a pesar de los muchos fallos.

Por todo esto ¡ponte las pilas! ¡El curso está en marcha, amigo mío!

No te dejes llevar por la inapetencia de los demás.

No camines por donde te dicen los otros.

No formes partes del rebaño al que parecen empujarte.

Camina siendo tú mismo.

Lucha por tus ideales

Dí en voz alta aquello en lo que crees.

Vive desde tu propia originalidad.

Da color a la vida con la riqueza que tienes dentro.

Si te señalan, si te observan, si te critican, si te envidian… no hagas caso.

La vida está llena de personas como tú que desean encontrar modelos que pongan del revés su corazón para llegar a la gente de hoy.

Dale la vuelta a tu vida, ama, sonríe, salta, baila, lucha, sé creativo…