Ante la dificultad de encontrar maestras tituladas para regentar estas escuelas, D. José Arnauda propuso a la Institución Teresiana fundada por Pedro Poveda su instalación en esta barriada que como fue aceptado, hubo de construir una sencilla residencia para que se hospedaran a las primeras teresianas que en el año 1947 se hicieron cargo de la enseñanza.