Departamento de Pastoral

La finalidad de la acción pastoral en nuestro Centro es favorecer que los miembros de la Comunidad Educativa configuren su personalidad teniendo a Jesucristo como referencia de su  vida.

Tiene como referentes los valores del Evangelio, así como algunos acentos y rasgos propios del estilo de San Pedro Poveda, su fundador: “poner a la persona en el centro de toda la acción educativa”. Nuestro modo de hacer quiere expresar las dos manifestaciones de la experiencia cristiana: La experiencia del encuentro cercano con el Dios de la vida y Padre de todos y la experiencia del amor y el servicio a los hermanos, la cercanía y ayuda a los pobres, la solidaridad y la transformación social en la perspectiva del Evangelio.

Consideramos elementos relevantes y que deben estar articulados en el Proyecto de Pastoral del centro:

  1. La formación humanizadora con enfoque cristiano.
  2. La transmisión de la fe basada en la experiencia.
  3. La proyección social como consecuencia de la interiorización cristiana.
  4. La formación religiosa que posibilita el dialogo fe-cultura.

Los objetivos generales de la acción pastoral en el centro son:

  1. Formar personas con capacidad de interiorización, silencio, reflexión y escucha, que les posibilite el conocimiento propio y, descubrir el sentido de la vida y apertura al otro.
  2. Preparar y favorecer, en la Comunidad Educativa, el encuentro personal con Jesús y descubrir en él un modelo de vida a través de la oración, experiencias y celebraciones de la fe.
  3. Favorecer en la Comunidad Educativa, desde todas las áreas y actividades del centro, una visión solidaria y comprometida ante los problemas de injusticia, explotación, pobreza, exclusión social y violencia de los derechos humanos.
  4. Organizar actividades de proyección social que favorezcan el compromiso solidario y cristiano en favor de los más necesitados, implicando en su realización a la Comunidad Educativa.
  5. Preparar a los miembros de la Comunidad Educativa para reconocer la pluralidad de culturas y religiones como riqueza, y mantener actitudes de diálogo desde la propia identidad creyente.